Qué es la psoriasis y cómo se manifiesta
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que cursa en brotes. Estos brotes suelen desencadenarse por episodios de estrés, ansiedad, infecciones o cualquier agresión física o psicológica. La psoriasis es una enfermedad muy heterogénea, es decir, se manifiesta de forma diferente en cada paciente. Existen cuadros muy extensos y pacientes que presentan escasas lesiones que aparecen en situaciones de mayor ansiedad. Aunque puede aparecer en cualquier localización, las lesiones suelen localizarse en zonas de extensión, como los codos, las rodillas o la zona lumbar. Otras localizaciones frecuentes son el cuero cabelludo, las manos, los pies o las uñas.
La mayoría de las formas de psoriasis son formas leves, con escasa afectación de la piel, placas pequeñas y que se presenta sólo en zonas concretas, pero puede haber formas clínicas de mayor severidad. Como comentamos anteriormente existen distintas comorbilidades como obesidad, dislipemias, síndrome metabólico y alteraciones cardiovasculares, así como afectación de algunas articulaciones que junto a las consideraciones estéticas y psicológicas disminuyen de forma considerable la calidad de vida de los pacientes. Corregir la psoriasis mejora indirectamente estas comorbilidades y, sobre todo, detectar y corregir las comorbilidades mejorará secundariamente la psoriasis
Los últimos 15 años han supuesto una revolución en la terapéutica de la psoriasis. Actualmente los dermatólogos disponemos de múltiples tratamientos (tópicos y por vía general) para controlar la enfermedad y espaciar los brotes de lesiones, evitando la progresión descontrolada de esta enfermedad cutánea tan importante.
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