El envejecimiento de la piel es un proceso complejo en el que intervienen muchos factores. Se produce una pérdida de estructuras y funcionalidad tanto de la propia piel como de otros tejidos como los músculos, la grasa o tejidos óseos.
La principal manifestación del envejecimiento son las arrugas y la pérdida del tensado de la piel. Recuperar la firmeza y reducir las arrugas sin intervenciones quirúrgicas agresivas es un reto para la Dermatología y la Medicina Estética. Para ello, disponemos de un amplio abanico de tratamientos láser, rellenos cutáneos, etc., que pueden corregir cada uno de estos signos y devolver a la piel un aspecto más joven sin modificar los rasgos propios de la persona.
¿Qué tipos de láser se utilizan en el tratamiento de las arrugas y tensado de la piel?
Los tratamientos láser de elección para remodelar la piel y corregir arrugas, aportando firmeza a la zona tratada, son el grupo de láseres fraccionales.
La tecnología fraccional ha revolucionado el concepto de láser en los últimos años y tiene su máxima utilidad en los tratamientos de resurfacing cutáneo. Se fundamentan en la descomposición del haz de láser en minúsculos puntos que producen un menor y más selectivo daño cutáneo. De esta forma se consiguen unos resultados excelentes con menor daño y una recuperación de la zona tratada mucho más rápida.
Un tipo especial de láser fraccional es el Láser Elektra. Es un láser Q-switched fraccionado “no ablativo”, es decir, que consigue transmitir la energía a la dermis, que es la zona más afectada por el envejecimiento, sin dañar la superficie de la piel. De esta forma, los tratamientos son indoloros, rápidos, muy eficaces y sin periodo de recuperación de la piel, ya que no se produce ningún signo visible indeseable externo tras el tratamiento, lo que permite continuar con una vida normal los días después de cada sesión.
¿Cómo aparece la piel tratada los días después del tratamiento láser?
Esto va a depender del tipo de tratamiento realizado. En el caso de los láseres fraccionales ablativos la piel aparecerá enrojecida y con una pequeña descamación puntiforme en la zona tratada. Estos cambios desaparecerán en unos días y sólo requerirán una correcta fotoprotección e hidratación cutánea.
En el caso de los láseres fraccionales no ablativos, como el Láser Elektra, la piel puede aparecer ligeramente enrojecida durante los primeros minutos u horas tras el tratamiento, pero desaparecerá completamente durante el mismo día de la sesión láser. No existe por tanto ningún periodo de recuperación posterior. Se recomienda también fotoprotección solar e hidratación cutánea posterior.
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