La piel de las zonas expuestas al sol diariamente como son la cara, manos y escote, sufre un proceso de envejecimiento acelerado. Este envejecimiento se manifiesta precozmente con la aparición de manchas, arrugas, cuperosis (vasos dilatados de la piel) y pérdida de homogeneidad.
La combinación de tratamientos médicos como rellenos, peelings, mesoterapia, plasma rico en plaquetas junto con la tecnología láser de la que disponemos actualmente ha supuesto una revolución en el tratamiento de rejuvenecimiento. Gracias a ellos se puede actuar sobre cada una de las alteraciones que se han producido en la piel, revirtiendo estos signos indeseables desde la primera sesión de tratamiento.
El envejecimiento es un proceso natural en cualquier ser vivo, pero existen una serie de circunstancias que pueden acelerarlo.
En el caso de la piel, los agentes externos que influyen en este envejecimiento prematuro son la contaminación ambiental, ozono o el tabaco, pero el más importante de todos ellos es la exposición solar diaria o crónica. A este último se le conoce como fotoenvejecimiento y se manifiesta con la aparición precoz de manchas oscuras (léntigos solares y otros tipos de discromías), vasos dilatados y arrugas en la piel.
¿Cómo se puede evitar y tratar el fotoenvejecimiento cutáneo?
La principal medida preventiva es la fotoprotección. Para ello debemos siempre evitar la exposición solar en las horas centrales del día, utilizar prendas de ropa adecuadas para cada situación en la que se prevea mayor exposición, utilizar gafas de sol y, por su puesto, aplicar de forma frecuente cualquiera de los múltiples filtros solares existentes en el mercado. Estas medidas, si queremos que sean efectivas y prevengan el fotoenvejecimiento cutáneo y el cáncer de piel, deben llevarse a cabo diariamente y no sólo en determinadas épocas del año como el verano.
Cuando la piel presenta ya signos de fotoenvejecimiento podemos corregirlos de forma eficaz utilizando de forma aislada o combinada cualquiera de los siguientes sistemas láser y de luz pulsada intensa (IPL):
- Luz Pulsada Intensa (IPL): es el tratamiento de rejuvenecimiento ideal ya que actúa de forma combinada sobre los diferentes signos que aparecen en el fotoenvejecimiento. Los resultados son evidentes desde la primera sesión.
- Láser Q-Switched: en combinación con el resto de láseres es capaz de eliminar con gran precisión las manchas (léntigos solares) que aparecen en la cara, manos y zona del escote.
- Láser vascular: todas las zonas rojas de la piel compuestas por capilares dilatados pueden corregirse con la aplicación de cualquiera de los láseres vasculares que disponemos en el Centro.
- Láseres fraccionales: son los encargados de remodelar en profundidad la piel, estimulando la formación de colágeno y aumentando el grosor de la piel para reducir las arrugas producidas por la pérdida de celularidad cutánea.
- Peelings: el peeling consigue una remodelación de la superficie de la piel corrigiendo alteraciones pigmentarias, mejorando la textura de la pie, aportando luminosidad y estimulando la formación de tejido renovados. Peelings como el de fenol son un arma terapéutica excelente para corregir, desde la primera sesión, diferentes signos de envejecimiento cutáneo
- Plasma Rico en Plaquetas (PRP):/span> hoy en día es un tratamiento fundamental en estética facial. La estimulación de las células que conforman la piel por los factores de crecimiento contenidos en el PRP consiguen un efecto antiedad sobre las zonas en las que lo aplicamos. En combinación con el resto de tratamientos explicados multiplica los efectos y los hace perdurar a lo largo del tiempo.
- Rellenos: la utilización de fillers o materiales de relleno corrige arrugas y zonas que han perdido volumen a lo largo de los años como consecuencia del envejecimiento. La función de estos no es solo la de restaurar volúmenes, sino también la de aportar hidratación a la piel y generar líneas-vectores de tensión en la piel de zonas más “descolgadas”.
- Mesoterapia: las microinyecciones de vitaminas y ácido hialurónico estimulan las pieles que han perdido “vitalidad” y elasticidad a lo largo de los años. Es un tratamiento antiedad fantástico y un complemento siempre a tener en cuenta en combinación con el resto de medidas anteriores cuando el envejecimiento cutáneo es ya más avanzado.
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