¿”Si yo me protejo muy bien del sol por qué me aparece el melasma”?
La protección solar es indispensable en todos los pacientes que sufren de melasma. Es necesario utilizar productos con alto índice de protección solar durante todo el año, aplicarlo sobre todas las zonas que vayan a estar descubiertas y aplicarlo de forma frecuente para evitar que se pierda su efecto a lo largo del día.
A pesar de lo anterior, las manchas pueden aparecer. Por ello, nosotros siempre hablamos de filtros solares. Las “pantallas totales” no existen, es decir, que a nuestra piel siempre va a llegar parte de la radiación ultravioleta a la que estamos expuestos. Esta exposición puede ser ya suficiente para manchar determinados tipos de piel más susceptibles. De todas formas, no por ello debemos dejar de insistir en la necesidad de utilizar los protectores solares, ya que si no lo hacemos las manchas aparecerán de forma más intensa y serán más difíciles de tratar.
¿Qué tratamientos existen para el melasma?
El melasma es un tipo de pigmentación especial. En ocasiones, la melanina se encuentra en las capas más profundas de la piel, por lo que el tratamiento debe ser individualizado en función del tipo de melasma frente al que nos encontremos.
Los tres pilares terapéuticos básicos para el melasma son: productos despigmentantes, peelings y láser.
Los productos despigmentantes contienen diferentes sustancias que son melanotóxicas, eliminando el exceso de melanina que acompaña al melasma. Existe productos comercializados con estas características y fórmulas magistrales diseñadas por el dermatólogo específicas para cada tipo de piel y de mancha.
El peeling es la principal arma terapéutica frente al melasma. Se utilizan peelings específicos despigmentantes que eliminan el exceso de pigmentación de la piel tratada y renuevan las capas más superficiales de la piel. Generalmente se realiza una preparación previa de la piel antes de realizarlos y se consiguen buenos resultados en la mayoría de los casos de melasma.
El láser, a diferencia de otro tipo de manchas cutáneas, no suele ser tratamiento de primera línea en el caso de melasma. Este se debe a la profundidad del pigmento, que no es alcanzada por los tratamientos láser en muchas ocasiones. No obstante, se pueden emplear determinados tipos de láser fraccional solos o en combinación con el resto de tratamientos para disminuir la intensidad de las manchas.
Podemos obtener más información sobre todo este tipo de tratamientos en la sección eliminación de manchas.
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